El pasado martes 12 de mayo tuvimos la oportunidad de conectarnos en línea para vivir una sesión del grupo Parmenia. El tema para reflexionar estuvo basado en la parábola del sembrador.
A partir de una dinámica pudimos ir ubicando nuestro ser en alguno de los terrenos: a la orilla del camino, pedregoso, espinoso o fértil. Con preguntas y espacios de silencio se propició que cada uno de los participantes nos identificáramos con aquel tipo de terreno en el que pasamos más tiempo.
La finalidad fue lograr que cada uno tomáramos conciencia que estamos llamados a ser tierra fértil que permita dar buenos frutos según la voluntad de Dios para nuestras vidas.
He aquí una oración con la que terminamos nuestra sesión.
Coloquio de un Dios que pide.
Señor, no te canses de pedirme,
aunque tantas veces te haya dicho no.
No te canses de buscarme,
aunque tantas veces yo haya buscado otras cosas.
No te canses de llamarme,
aunque tantas veces me haya hecho el sordo.
No te canses, Señor,
porque cualquier día te daré todo lo que me pides,
cualquier día te encontraré para no dejarte jamás,
cualquier día mi corazón te dirá sí sin condiciones.
Pero quiero decirte que solo será posible si cada día
derramas sobre mí tu Espíritu.
Pídeme, búscame, llámame, Señor. No te canses de mí.
Amén.
Fermín Negre
Compartimos algunos testimonios de participantes:
“Mi abuela solía contarme ese relato, pero ya no lo recordaba y ahora lo entiendo mejor. Me doy cuenta dónde estoy ahora… Ahora quiero intentar salir del terreno y llegar al fértil, claramente me tomará tiempo, pero quiero intentarlo para poder dar frutos como Dios nos pidió.” Roberto, Matamoros.
“Me gustó mucho ese momento reflexivo ya que no me había tomado el tiempo para pensar en lo que he hecho y no, y por ende no me había dado cuenta por completo de cómo he estado viviendo. Me quedo con una nueva motivación de mejorar, de regresar al antiguo yo aunque no tenga mi rutina del día a día. Esta plática me inspiró a ser mejor persona y cambiar esa tierra espinosa a una fértil.” Janice, Matamoros.
“Me gustó mucho el tema y cómo lo abordaron. Me di cuenta doy lo mejor de mí mismo por lograr andar en terreno fértil, y por ahora lo estoy consiguiendo. Estoy seguro esta sesión me ayudará a guiarme si alguna vez me siento perdido en el futuro.” Roberto, Monclova.
Me ayudó demasiado, en especial porque estaba muy confundido […] y no sabía cómo actuar, pero con los caminos que me enseñaron descubrí que puedo salir, aunque esté en las espinas.” Víctor, Matamoros.